Tipos de personalidad

By Laia M.C. - 12 abril


Cada una de las personas que conoces, incluido tu mismo, tiene una personalidad propia, y, en consecuencia, un eneatipo principal. Descubrir cual es tu eneatipo o personalidad predominante puede ayudarte a conocerte mejor y a comprenderte, porque probablemente, todavía no te conoces lo suficiente. 

Te aconsejo que leas mi anterior publicación antes de pasar a la acción. Partir de una base objetiva sobre el Eneagrama y entender antes como funciona, es importante para descubrir tu eneatipo. Por eso, te dejo AQUI el post donde lo explico . 

Tipos de personalidad / eneatipos

Partiendo del Eneagrama y basándonos en el libro “Encantado de conocerme” de Borja Vilaseca, hay nueve tipos de personalidad, llamados eneatipos.

Cada uno de nosotros destacamos en un eneatipo principal, pero hay dos mas que debemos tener en cuenta; nos descentramos a otro eneatipo cuando nuestro “ego” está presente en nuestra mente, igual que nos centramos a otro cuando estamos en paz con nuestro “yo interior” y actuamos con la conscienciencia del “ser”.

Debido a la agitación y el estrés a los que solemos estar sometidos, nos hemos olvidado de cuidar nuestra mente, que se ha vuelto deficiente y nos impide funcionar con consciencia y coherencia. Todos queremos ser felices y dejar de sufrir, pero, para lograrlo, es necesario comprender cuál es nuestra verdadera naturaleza y ser coherentes con ella.

Descubrir tu eneatipo es no es una cuestión intelectual o racional, es una experiencia profundamente emocional y espiritual. Tienes que ser verdaderamente honesto contigo mismo y analizar cada tipo de personalidad para descubrir en cual te sientes realmente identificado.

Como comentaba en el post anterior, los eneatipos se dividen en tres tríadas: la tríada del sentimiento (eneatipos 2, 3 y 4), la tríada del pensamiento (eneatipos 5, 6 y 7) y la tríada del instinto (eneatipos 1, 9 y 8).



Tríada del instinto (1, 9 y 8)


ENEATIPO 1

El perfeccionista.

Tienen una frustración crónica por siempre querer ser mejores. Detrás de sus actos hay una sensación de insuficiencia e imperfección. Son muy autoexigentes y tienen una vocecita interna que les dice que no son suficiente.

Tanto el mundo como los demás no son como ellos consideran que deberían de ser, son críticos y exigentes también con su entorno, les cuesta trabajar en equipo por falta de humildad y suelen ser prepotentes. Para ellos no es fácil aceptar las cosas tal como son.
Identificados con su ego se descentran al eneatipo 4. Con ira y juicios, tienen que mostrar que lo saben todo y suelen ser grandes argumentadores.

Identificados con su ser se centran al eneatipo 7. Cuando conectan con la serenidad (su cualidad esencial) aceptan al mundo y a sí mismos tal como son, aprenden a sentirse perfectos con sus imperfecciones y dejan de crear conflictos en su interior.

Entienden que los errores son necesarios para aprender, reconocen sus debilidades y aceptan también los errores de los que les rodean, bajan sus niveles de ansiedad y frustración. Ya no quieren cambiar las cosas, las aceptan. Ven la realidad de forma más neutra y buscan inspirar, se vuelven compasivos centrándose en la alegría de vivir.


ENEATIPO 9

El que quiere evitar el conflicto.

Son personas tranquilas, harmoniosas y humildes. Suelen pasar desapercibidos y no quieren conflicto ni ira. Se infravaloran y se amoldan a las personas que tengan delante, representan la comodidad y la pasividad. Hasta que se reprimen tanto de forma inconsciente, que entran en contacto con la ira descentrándose en el eneatipo 6.

Su aprendizaje pasa por transformar su pereza en proactividad, haciéndose valer y aportando valor al mundo. Conectan con los miedos, la ansiedad y las dudas centrándose en el eneatipo 3.

Empiezan a valorarse y a quererse mediante la asertividad, respetándose a sí mismos. Pueden llegar a ser unos buenos líderes, tienen mucha resistencia mental en situaciones adversas y no se perturban. Ya no niegan el conflicto, lo afrontan y se reafirman, se atreven a seguir su propio camino. Se centran a la autenticidad, por lo que es muy importante que se descubran a sí mismos.


ENEATIPO 8

El que quiere tener el control.

Suelen ser fáciles de reconocer, porque en el ego son duros y dominantes. Buscan la intimidación y se orientan mucho al poder, les gusta tener el control porque tienen miedo a que les hagan daño, se crean corazas con rasgos reactivos y suelen estar a la defensiva entrando en conflicto con los demás.

Suelen tener una experiencia traumática en la infancia que es el inicio del mecanismo de crear su coraza tratando de ser los fuertes de la situación.

Cuando entran en contacto con su ego, se descentran en el eneatipo 5, volviéndose fríos y distantes, se aíslan del mundo porque no pueden vivir en el sin pelear y enfadarse.

Su trabajo fundamental es dejar de culparse a sí mismos, su ego reacciona perturbándose, pero culpando a los demás del daño que se hacen interiormente.

Cuando asumen su parte de responsabilidad, se perdonan a sí mismos y se liberan de la sensación de culpa y de culpar a los demás, entran en contacto son su “ser”, centrándose en el eneatipo 2.

Se convierten en personas dueñas de sí mismas y de sus actitudes, son capaces de liderar de forma intuitiva y constructiva, al servicio de otros. Conectan con el amor, la entrega y la generosidad, ya no viven de la coraza y muestran su vulnerabilidad.


Tríada del sentimiento (2, 3 y 4)


ENEATIPO 2

El que necesita amor.

Son empáticos, agradables, sociables y generosos. Detrás de esa personalidad tan empática, se posicionan en ayudar a otros y piensan que saben lo que los demás necesitan. Su generosidad se convierte en egocentrismo, dan para recibir algo a cambio, para sentirse buenas personas.

Tienen la sensación de no ser dignos de amor, no se quieren a si mismos. Siempre están esperando más, dan y acaban entrando en conflicto con las personas porque siguen sintiendo ese vacío
.
Se descentran al eneatipo 8, al conectar con su ego, quieren controlar, sienten ira y echan en cara lo que han hecho por los otros de forma agresiva. Su personalidad se disfraza de generosidad para compensar la falta de autoestima y se acaban sintiendo solos. Su pecado es la soberbia y la incapacidad de reconocer sus propias necesidades, se convierten en personas muy orgullosas y crean relaciones de dependencia.

Cuando trasforman la soberbia en humildad y reconocen que antes de ocuparse de los demás deben ocuparse de sí mismos, conectan con su conflicto de autoestima y con su verdadero “ser”. Se centran al eneatipo 4, practicando el autoconocimento y la creatividad, les conviene estar solos y descubrir sus talentos dormidos en el interior. Se acaban convirtiendo en sus mejores amigos y transmiten amor incondicional.


ENEATIPO 3

El que necesita valoración.

Orientados al triunfo y al éxito, dan mucha importancia al trabajo. Detrás está la sensación de no ser valiosos, en todo caso piensan que lo son por lo que los demás piensan de ellos. Tienden a desarrollar una máscara, con la que adornan su personalidad con rasgos triunfadores para agradar.

Conectados con el ego suelen ser adictos al trabajo para destacar y que los demás los valoren, siendo ambiciosos y competitivos, recalcando sus méritos y sus reconocimientos.
Se descentran al 9, se orientan a los resultados porque sienten un gran vacío, hasta se pueden llegar a sentir fracasados y tristes. Su forma de valorar tanto la meta no les permite disfrutar del camino.

Cuando empiezan a ser fieles a su verdadera esencia, se centran en el eneatipo 6, empiezan a valorar lo que les importa y a sentirse valientes y valiosos por lo que son.

Se vuelven personas admirables, siguen su propio camino, enfocan su trabajo a la vocación con espíritu emprendedor y crean riqueza aportando cosas a los demás, colaborando en vez de compitiendo. Honestos y auténticos, destacan por su humanidad y aprenden a valorarse a través de sus principios.


ENEATIPO 4

El que necesita atención.

Son personas originales y únicas, tienden a sentirse incomprendidos por la sociedad. Suelen desarrollar una personalidad diferenciada para llamar la atención porque no se ven a si mismos, pueden tener rasgos extravagantes y ser muy dramáticos en muchos contextos hablando de sus sentimientos.

Presentan un interior emocional muy profundo, porque son el egocentrismo. Conectados con el ego, no se sienten valorados ni reconocidos y eso influye en su forma de actuar y de compararse con los demás pensando que son inferiores. Se descentran al eneatipo 2, sintiendo envidia y dependencia por su complejo de inferioridad ante otros.

Cuando empiezan a buscar estabilidad y equilibro internos, aparece la admiración por los talentos de los demás, canalizan su creatividad y van aceptando y sanando su autoestima.
Se centran al eneatipo 1, se convierten en personas al servicio de los demás y siguen su propio camino, pueden también empatizar y ayudar a otras personas en su desarrollo.


Tríada del pensamiento (5, 6 y 7)


ENEATIPO 5

El que teme expresar sentimientos.

Son personas racionales y analistas, les gusta debatir y compartir ideas teóricas. Su gran miedo es no sentirse preparados para pasar a la acción, les puede costar expresar sus sentimientos y acaban siendo poco afectuosos. Son reservados, fríos y no comparten sus emociones en público.

Buscan ser expertos en áreas de conocimiento concretas para sentirse preparados, pero cuando acumulan tantos conocimientos aislándose emocionalmente se descentran al eneatipo 7. Es entonces cuando necesitan evadirse y narcotizarse.

Llega un momento en que sienten que las estrategias que están utilizando solo les sirven para mantenerles aislados de los demás, ahí es cuando llega el punto de inflexión, un cambio de paradigma en el que convierten la avaricia en desapego. Conectados con el “ser”, se centran al eneatipo 8.

Tienen capacidad de ver las cosas con perspectiva y objetividad, se convierten en personas sin sufrimiento a través del desapego. Son sabios porque ponen en practica el conocimiento adquirido, dejan de acumular la información y empiezan a ponerla en práctica. Conectan con la intuición, la ternura, la fortaleza y el coraje.


ENEATIPO 6

El que teme tomar decisiones.

Son miedosos, inseguros y les cuesta mucho tomar decisiones. Su herida es que no confían en si mismos, porque buscan la seguridad absoluta, siempre están pensando en lo peor que puede pasar y se centran demasiado en posibles problemas o amenazas futuras.
En contacto con el ego tienden a sentir ansiedad y nerviosismo, en consecuencia, buscan a personas que le den confianza y seguridad, aunque también pueden tender a cuestionar y desenmascarar a esas personas. Se sienten constantemente preocupados.

Conectados con su ego, tienden a tener un conflicto interno entre la cobardía y la valentía, lo que podrían llegar a hacer y lo que se espera que hagan. Se descentran al eneatipo 3

Es el eneatipo al que más le cuesta identificarse en el Eneagrama por falta de confianza.

Cuando se dan cuenta de que las respuestas se encuentran en su interior y son ellos mismos los que tienen que decidir que hacer y que camino tomar, empiezan a ganar seguridad en si mismos sin tener que consultar con su “comité de sabios” sus actos o decisiones. Pierden el miedo centrandose en el eneatipo 9, cambiando su inseguridad por confianza personal. 

Una vez comprometidos con su transformación personal, conectan con su cualidad esencial, el coraje. Las personas con mas miedo son las que pueden llegar a ser más valientes, porque lo tienen entrenado y vencido. Sus valores serán su brújula interior desde la que tomarán sus actos y decisiones.


ENEATIPO 7

El que teme sufrir.

Son muy fáciles de reconocer. Entusiastas, alegres y positivos, aparentan ser felices y estar satisfechos, pero tienen miedo a entrar en contacto con el dolor y el vacío interior.
Suelen ser superficiales, aunque saben que en la profundidad se esconde la verdad, por eso tienden a mirar hacia otro lado. Están obsesionados con el placer, es su plan de huida, siempre quieren estar en otro lugar que les proporcione más satisfacción, se les suele diagnosticar síndrome de hiperactividad.

Viven una vida ruidosa donde no se escuchan ni a ellos ni a los demás y niegan su malestar, se conforman con una felicidad artificial que cosecha insatisfacción. Se descentran al eneatipo uno, conectando con la ira, la crítica y los juicios. Son muy adictivos, necesitan estímulos constantes que le den placer para calmar su dolor.

Cuando se compromete con su cambio de paradigma conecta con su cualidad esencial, la sobriedad, su bienestar. Lo mejor les puede sanar es el silencio y la meditación, sintiendo el dolor para que se desvanezca, encontrando su ansiedad y experimentándola. Una vez conectado con esta sobriedad, se centran al eneatipo 5.

Se vuelven personas maduras, tranquilas y relajadas, aprecian las pequeñas cosas que les ofrece la vida, valoran y agradecen todo lo que tienen a su alcance. Disfrutan más profundamente de la vida, no porque lo que hacen les haga disfrutar, sino desde su disfrute interno.




Espero que descubrir los nueve eneatipos te haya servido para indagar en tu personalidad y te haya motivado a continuar cultivando tu desarrollo personal.

Es posible que durante la lectura hayas encontrado coincidencias en tu carácter con más de uno y de dos eneatipos, pero es muy probable que uno te haya hecho reaccionar de manera diferente e incluso te hayas reconocido en él.

También cabe la posibilidad de que no experimentes esa sensación, por ello, te aconsejo que seas totalmente honesto contigo mismo y indagues un poco más en el eneagrama y en los beneficios internos que puedes llegar a obtener a través de esta herramienta.



Para más información sobre el Eneagrama de la mano de Borja Vilaseca consulta el siguiente ENLACE.


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